CÓRDOBA DE LEYENDA. José Manuel Cano de Mauvesín. Córdoba, Almuzara, 2009 (2ª ed.).
El mundo de las leyendas es un mundo mágico y maravilloso, un mundo que huele a romero y tomillo, y a leña ardiendo, y a sonido de lluvia azotando los cristales, y a una voz de viejo suspendiendo la curiosidad de los niños en la frontera de lo sobrenatural que alientan las sombras que acechan a tu espalda. Hoy la televisión, la luz eléctrica y nuestra prisa por ser vividos nos hurta la experiencia del sobresalto, de creer en lo extraordinario y lo insólito porque está ahí la certeza positiva, esa que nos hace creer que todo está ya resuelto.
Por eso urge compilar y recuperar estas leyendas tradicionales que sólo la memoria de los viejos recuerdan de sus abuelos y que, probablemente, se perderán con ellos.
Yo soy viejo, pertenezco a una de esas generaciones que van desapareciendo y que lograron vivir hasta los doce o catorce años sin televisión en sus casas, acudiendo al bar de la esquina para sentarse en corro en el suelo entre los demás chiquillos y ver Rintintín o Bonanza, una generación con electricidad a 125 y braseros de picón encendidos con volcán, alcohol y soplillo en la puerta. Quizá por eso algunas de estas leyendas me han sido contadas mientras paseaba por el barrio de San Andrés o San Lorenzo, por la Judería o por La Magdalena.
No todas están aquí, no se ha reincidido sobre las que ya aparecen en Paseos por Córdoba, aunque volvemos a encontrarnos con Medina Azahara y la torre Malmuerta, también con el Palacio de Orive; pero, sobre todo, se han aportado otras de la provincia de Córdoba, que me eran totalmente desconocidas: De Luque (“El sepulcro vacío” y “La Virgen del castillo”), de Belalcázar (“La flor del granado”), de Lucena (“La dama blanca”), de Baena (“Los enamorados de la Almedina”, “El Cristo de las Penas”, “El anillo de la duquesa”, “Las emparedadas”), Priego de Córdoba (“El rosario de la aurora”), Cañete (“Las luces de las vírgenes”).
Recuperamos esa Córdoba de leyenda forjada en tres siglos de tierra de frontera de armas y de cultura, donde los tesoros escondidos, las traiciones, la ambición y las intervenciones sobrenaturales se tenían por ciertas y cotidianas. Nobles y caballeros vuelven a enarbolar sus pendones y sus escudos, los pequeños labradores encuentran su suerte por mediaciones divinas, a los incrédulos y los vanidosos les llega su hora, y los amantes sufren de nuevo una y mil veces, y la Virgen sigue dispuesta a mediar.
El autor ha tenido el buen gusto de forzar la prosa buscando el arcaismo, el aroma añejo en la construcción y el léxico. Tiene el regusto de las leyendas de Bécquer.
El libro, tiene además, el valor añadido de la compilación y el contraste erudito. A través del Epílogo y las notas, el autor nos aclara sus fuentes y el porqué ha elegido una determinada opción entre las variantes que el tiempo ha ido dando de las distintas leyendas, repetidas, variadas, deformadas… Esta ayuda permite la continuación, ampliación fundamentada del relato para cualquier erudito.
Es un libro de coleccionista y de amante de Córdoba, bien editado, cuidado en los detalles. Bello. José Carlos Aranda.
Hola, Leonor:
Encantado de saludarte desde esta vieja piel de toro en esa maravillosa coincidencia de nombres, los dos en Córdoba. No te quepa duda de que visitaré tu blog en cuanto tenga tiempo de recrearme. Hay asuntos para los que se necesita tiempo y disposición de ánimo, para los que merece la pena prepararse. La poesía es uno de ellos. Te agradezco tu interés por mi obra. No debe haber problema en conseguirla, la tienes en Internet, creo que La Casa del Libro trabaja bien y la distribuidora llega a Iberoamérica. Por el tono de tu correo, no sé si me confundes con el autor de la obra, pero ten por seguro que si entro en contacto con él le pasaré tu enlace para que podáis establecer relación con los Mauvecín de Córdoba, España. No es un apellido muy frecuente.
Quedo en visitarte y apuntarte la visita. Hasta pronto, un abrazo y disculpa el retraso en mi respuesta.
José Carlos Aranda
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Hola José ,me gustaría mucho poder conseguir tu libro , mi nombre es Leonor Mauvecin y también vivo en Córdoba pero la de la nueva Andalucía , es decir Córdoba Argentina.También escribo , soy poeta puedes visitar mi blog : leomauvecin.blogspot.com allí he subido algunos libros de poemas . También tengo uno de cuentos , soy licenciada en letras por la Universidad de Córdoba y coordino talleres de escritura
Acá los Mauvecin somos un grupo grande , incluso tenemos un grupo en facebook , todos venimos de Juan Saturnino Mauvecin que llegó a Argentina por el 1770 y muchos hemos visitado el castillo en los pirineos .
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