No hay Dios que pida matar: Pray for Paris.
No hay Dios que pida matar, no puede haberlo. En cada mirada que se apaga hay un universo destruido, con cada niño muere la esperanza y el mañana. Es el hombre quien odia y mata. Hoy todos somos Francia, como ayer fuimos España o EEUU, Marruecos o Turquía, Siria o Rusia; ¿quién será mañana? Los inocentes caen ante la barbarie sin razón. No hay tú o yo, solo nosotros. Y no hay mayor crueldad que velar de anonimato al asesino para obligarnos a mirar desesperados sospechando quien acecha detrás de cada mirada. Solo hay sangre y dolor. Entre los nuestros que son cada vida humana. Me duelen quienes cayeron en París sin saber que amanecían al último día, me duelen quienes caen entre las olas aferrados únicamente a la esperanza, me duelen quienes chocan el mañana contra un alambre de espinos, me duele quien corre hacia la muerte huyendo de la masacre atroz que los persigue. Me duele la impotencia que me empuja a la desesperanza. Me duele el alma.
Hoy solo me queda rezar a ese Dios que me enseñó que estaba en cada hermano que respira, que me enseñó que no hay más camino que el amor. Y le pido por los que cayeron, por los que caerán, por quienes habrán de tomar las decisiones, por quienes tendrán que sobrevivir con los recuerdos. No conozco a otro Dios.
José Carlos Aranda. #Prayforparis