Cuando se publica, es mejor no esperar nada. Lo que el autor escribe, cuando se imprime y llega a manos del lector adquiere vida propia, ya no pertenece al autor sino a la conciencia del lector. El libro se recrea en cada lectura, se reinventa a sí mismo en una nueva criatura cada vez. Y no es infrecuente que el creador la contemple extrañado, como si contemplara una criatura extraña, cuando ve interpretaciones y lecturas ajenas a las que él había imaginado en el acto solitario de su creación.
No es este el caso de la reseña realizada por el profesor D. José Antonio Ponferrada, a quien desde aquí agradezco sus palabras.
En la página 6, encontraréis la reseña.
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José Carlos Aranda