Manual de redacción para profesionales e internautas: ejercicio página 81. Sobre ambigüedades por culpa de los signos de puntuación.-
Este ejercicio se corresponde al propuesto en el Manual…(Córdoba, Berenice, 2011). Si quiere consultar el corrector correspondiente a un ejercicio dado, teclee en el buscador «Manual de redacción para profesionales e internautas: ejercicio página … » y el buscador le llevará hasta la entrada correspondiente. O bien, entre en la página http://www.josecarlosaranda.com , en el margen derecho de la página aparece «categorías», haga click y se desplegará el menú; ahí encontrará la categoría de «Manual de redacción para profesionales e internautas», entre y encontrará desplegadas todas las entradas correspondientes. Para cualquier aclaración o sugerencia puede usar el apartado de «comentarios» al final de esta entrada.
EJERCICIO:
En efecto, el no haber usado puntos ni comas nos supone un problema a la hora de efectuar el reparto de bienes en esta herencia. Veamos las posibles variantes:
1) «Dejo mis bienes a mi sobrino Juan, no a mi hermano Luis, tampoco. Jamás se pagará la cuenta al sastre, nunca, de ningún modo. Para los jesuitas, todo lo dicho es mi deseo.»
Aquí está claro que quien cobra es el sobrino, Juan. Luis y el sastre no recibirán nada y los jesuitas quedan en el aire porque no sabemos cómo lo anterior puede afectarles.
2) «Dejo mis bienes, a mi sobrino Juan, no; a mi hermano Luis, tampoco, jamás. Se pagará la cuenta al sastre. Nunca, de ningún modo. Para los jesuitas. Todo lo dicho es mi deseo.»
Según esta puntuación, los jesuitas serán los herederos, además del sastre, que cobraría la cuenta pendiente. En cambio, su sobrino Juan y su hermano Luis se quedarían sin herencia.
3)»Dejo mis bienes a mi sobrino Juan, no: a mi hermano Luis. Tampoco, jamás, se pagará la cuenta al sastre. Nunca, de ningún modo, para los jesuitas. Todo lo dicho es mi deseo.»
Según esta última interpretación, quien hereda es su hermano Luis, en cambio el sobrino, el sastre y los jesuitas no cobrarían nada.
NOTA: Como podemos observar, el notario no va a tenerlo muy claro a la hora de decidir qué hacer con los bienes del difunto.