SINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE I: SOBRE EL CONCEPTO DE «ORACIÓN»

SINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE I: SOBRE EL CONCEPTO DE «ORACIÓN».

Esta entrada forma parte del Manual para una correcta sintaxis (Berenice, 2019). Si estás interesado, puedes ampliar información aquí: https://wp.me/pTRlh-24L

La oración es la unidad mínima en la lengua con sentido completo en sí mismo. Esto quiere decir que está situada entre dos pausas y posee una línea de entonación que hablante y oyente entienden como cerrada. Cuando pronunciamos una «oración», el oyente sabe que ya no tenemos nada más que añadir o que podemos no añadir nada más a lo que ya ha sido dicho.

En este sentido, tan oración es la expresión «Buenos días», como la expresión «Esta noche no he podido dormir». Cuando alguien nos saluda por la mañana diciendo «Buenos días», sabemos al escucharlo que la expresión está completa. Cuando escuchamos «Esta noche no he podido dormir» el hablante no tiene que añadir ningún otro elemento para que el significado sea perfecto. En ambos casos, la entonación nos ayuda a comprender este cierre a través de un «tonema» final que indica la conclusión de la oración -descendente en oraciones enunciativas y exclamativas, ascendente en las interrogativas totales o ligeramente descendente en las interrogativas parciales-.

Una oración es, pues, una secuencia lingüística compuesta por una o más palabras, situada entre dos pausas mayores -puntos-, con una entonación precisa según su intención, y con significado pleno en la comunicación.

Sin embargo, hay diferencias importantes entre la primera -«Buenos días»- y la segunda oración -«Esta noche no he podido dormir»-. En el primer caso, estamos ante una secuencia lingüística compuesta de dos elementos que funciona como una unidad, tanto es así que el orden de las palabras es inalterable. Es más una unidad de intención que de comunicación. Estas estructuras son fórmulas lingüísticas que tenemos preparadas y no requieren de selección ni articulación léxica. Las usamos en determinadas situaciones como un cliché. Son lo que llamaremos «frases» (o «enunciados» -1-).

El segundo caso, en cambio, requiere de una selección léxica previa y una articulación -una forma precisa de combinar esos elementos léxicos- en función del mensaje que queremos transmitir. En este caso, hemos debido pensar en un «sujeto» cuya persona y número determinará la persona y número de verbo, núcleo del predicado. Los elementos se organizan siguiendo una reglas más o menos precisas. En estos casos, hablaremos de «oración gramatical». Cuando nombramos en sintaxis «la oración», normalmente nos referimos a estas segundas oraciones: las oraciones gramaticales.

La oración gramatical es aquella que, además de cumplir con las características propias de una oración, es producto de un acto de creatividad lingüística y se articula en un primer nivel de análisis en dos constituyentes inmediatos: «sujeto» y «predicado». Estos constituyentes no existen en la frase.

Algunas oraciones gramaticales pueden carecer de «sujeto», son las llamadas «impersonales o unimembres», pero constituyen un pequeño grupo que en su momento estudiaremos.

PRÁCTICA: A efectos prácticos, es bueno recordar que:

-Donde hay un punto (final, seguido o aparte) concluye una oración.

-Si entre dos puntos sólo hay un verbo conjugado (1ª, 2ª o 3ª persona), estamos ante una oración simple. Pero si hay dos o más verbos, estaremos ante una oración compuesta.

Una buena forma de empezar con el análisis consiste simplemente en realizar este ejercicio sobre un texto: subrayar los verbos, identificar las oraciones e indicar si estas son simples o compuestas.

NOTA 1: Leonardo Gómez Torrego utiliza «enunciados» para este mismo concepto y «enunciado gramatical» para lo que hemos denominado «oración gramatical» (ver Gramática didáctica del español. Madrid: SM, 2007 (9ª edición), pág. 256); la RAE no da una definición precisa; así, al hablar de los enunciados exclamativos, afirma que «…son expresiones oracionales («¡Qué cosas me dices!») o de otro tipo («¡Vaya frío!», «¡Estupendo!», «¡Nunca!», «¡Ay!»)…» (Ver RAE, Nueva gramática básica de la lengua española. Madrid: Espasa-Libros, 2011, pág. 231).

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Acerca de #JoseCarlosAranda

Doctor en Ciencias de la Educación y Doctor en Filosofía y Letras; Creador del Método Educativo INTELIGENCIA NATURAL (Toromítico 2013, 2016). Académico Correspondiente de la Real Academia de Córdoba (España). Profesor universitario y de EEMM, educador, escritor, conferenciante, colaborador en TV, Prensa y Radio. PREMIO CENTINELA DEL LENGUAJE 2015 de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla.
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