Cierro el periódico de hoy, «Diario Córdoba», y me encuentro en la contra un artículo dedicado al proyecto de José Antonio Marina: Una Escuela de Parejas. Creo que José Antonio Marina no necesita presentación, quien quiera saber de su autoridad y su trabajo, basta con que teclee su nombre en Internet. Ante semejante proyecto habrá quién se pregunte qué sentido tiene ahora hablar de aprender a amar y a convivir y, la verdad, es que lo tiene todo. Basta un dato que nos ofrece la estadística: el 50 % de las parejas se separa. La cuestión es que todas y cada una de estas parejas se unieron con la ilusión de un proyecto de vida en común perdurable inspirado en el amor. Cuando los datos fríos nos ofrecen estos resultados, la conclusión es que hay algo que está fallando.
A todos los que nos ocupamos de la Educación, con mayúscula, nos preocupa ese «fracaso social», porque el primer referente que tiene un niño para asentar su personalidad, crecer con un equilibrio emocional y con fe en una proyección de futuro, para adquirir la necesaria confianza en sí mismo… en defínitiva, las bases sobre las que contruir un proyecto de ser humano dependen en buena medida de una relación afectiva estable y sana entre sus padres. Tan importante es que antes de entrar en la comprensión de la evolución del niño, en Intelencia natural (Toromítico, 2013), dediqué un capítulo a la relación de pareja. Allí se enumeraban los cuatro jinetes de la apocalipsis en la convivencia y en el matrimonio, las prácticas que debían ser evitadas si queríamos lograr construir un hogar a partir de la relación de amor entre los cónyuges. Pero no basta con comprender el qué y el por qué. En la vida es necesaria la práctica y el adiestramiento. De ahí que me parezca tan tremendamente oportuno el proyecto de José Antonio Marina, porque es ponerle pies a través de una reflexión sostenida en el tiempo, de una continuidad que permite poner en práctica estos principios y transmitir una idea positiva de la convivencia: es posible amar, es posible convivir, es posible la armonía y la felicidad. Y es importante conseguirla porque serán los cimientos de hijos emocionalmente sanos. En definitiva, volvemos al principio central que inspira Inteligencia natural: «Educarnos para educar».
Aquí les dejo la presentación del proyecto que podrán consultar directamente en http://www.universidaddepadres.es/index.php?option=com_content&view=article&id=500:v2-introduccion&catid=155:v2-escuela-de-parejas&Itemid=449
«¿Por qué una Escuela de Parejas?
Cuando preguntamos a personas adultas sobre la importancia de la pareja, casi todos contestamos que deseamos vivir una relación amorosa, plena y armoniosa, pero también sabemos de su dificultad para conseguirlo. En Estados Unidos -que marca tendencia- consideran que el 50% de las parejas se separan y que aunque estas producen una grave crisis personal, el 85% de los hombres y el 75% de las mujeres vuelven a intentarlo. La cosa se complica cuando tenemos hijos. Las rupturas sentimentales les afectan, pero vivir en una familia donde los padres se muestran hostiles parece ser que es peor. Estamos en un momento en que no sabemos qué hacer, cómo continuar, qué modelo vital elegir; porque las opciones se han multiplicado y nos enfrentamos a lo que Ulrich Beck ha denominado “un exceso de posibilidades de acción”. Desde hace muchos años, Occidente inició un proceso de individuación que ha ido imponiéndose a las estructuras tradicionales de relacionarse y, en este proceso, la pareja y la familia han sido las más afectadas.
Cuando estábamos realizando los programas de la Universidad de Padres, nos dimos cuenta que para lograr una buena educación de nuestros hijos era muy importante que la pareja fuera feliz, por eso empezamos a investigar sobre el amor, la pareja y las relaciones familiares. De esta investigación ha surgido esta “Escuela de parejas on-line” que pretende ayudaros a lograr una convivencia satisfactoria, cálida y protectora donde vosotros podáis desarrollaros y avanzar juntos.
Estamos seguros de que muchas personas quieren mejorar sus relaciones de pareja, pero no saben cómo. Quieren a sus parejas, pero la convivencia se ha ido deteriorando. Esta escuela que hoy sacamos a la vida pública ha sido diseñada para ellos. Hacemos un llamamiento a aquellas personas que se encuentre en su vida amorosas ante las siguientes dificultades:
El hogar: La repartición de las tareas.
Conflictos debidos a diferentes visiones del grado de autonomía.
Conflictos por visiones distintas sobre la relación y la educación de los hijos.
Insatisfacción sexual.
Problemas de comunicación.
Creencias equivocadas sobre la pareja.
Baja capacidad para resolver conflictos.
La Escuela de Parejas on-line abre dos convocatorias de los Cursos de convivencia amorosa a lo largo del año. Puede ver más información sobre la inscripción en la sección Matriculación».
Solo me queda felicitar al maestro y desearle muchísima suerte en su proyecto.
José Carlos Aranda
Por supuesto que estaré encantado, hasta pronto. José Carlos Aranda
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Querido colega, gracias por tu comentario. Me gustaría mandarte «La creatividad literaria», que he escrito con Alvaro Pombo, para conocer tu opinión. ¿Puedes darme tu dirección? Un abrazo.JA
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