INTELIGENCIA EMOCIONAL Y EDUCACIÓN

Mucho estamos hablando de inteligencia emocional, y desde luego es uno de los pilares en el desarrollo del equilibrio y el crecimiento de cualquier ser humano. Pero creo que no siempre se entiende qué es eso de la educación emocional y se confunde con «que el niño no sufra, que el niño no se traumatice».

niñas riendoLa inteligencia emocional es la capacidad que el individuo va desarrollando de reconocer y ser capaz de gestionar sus propias emociones. Está claro que todos sentimos miedo, ansiedad, euforia, tristeza, melancolía, envidia, admiración, amor, odio… Las emociones se producen lo queramos o no ante determinadas situaciones, circunstancias, acontecimientos. También está claro que de nada sirve la negación de las emociones, porque están ahí y forman parte de nosotros. Lo que sí depende de nosotros es cómo gestionamos esas emociones y en eso consiste la educación emocional, en enseñar a un niño a gestionar sus emociones para que colaboren en su crecimiento y enriquecimiento personal.

Evidentemente ninguno de nosotros pega a un hijo para acostumbrarlo al dolor, pero niño que llorasabemos que el dolor llegará con una caída, un golpe o un accidente. Se trata de saber que existe, que está ahí y que a lo largo de la vida lo experimentaremos y tendremos que superarlo. Lo mismo sucede con la tan temida «frustración». Es inevitable que el niño se frustre porque siempre habrá algo que inevitablemente escape a la posibilidad de satisfacción inmediata, por ejemplo, que te nazca el bigote, crecer más, o jugar mejor al fútbol que tu compañero. Lo mismo sucede con las demás emociones.

Cuando confundimos educación emocional con evitar que el niño lo pase mal a toda costa, lo que generamos es el efecto contrario: creamos niños que confunden atender a sus emociones con hacer lo que les da la gana, creamos niños dependientes con intolerancia a la insatisfacción. Con el tiempo acaban siendo niños dictadores porque no aceptarán sino su voluntad o dependientes, incapaces de enfrentarse a la vida por sí mismos, siempre necesitados de la protección familiar. Y esto es muy peligroso porque el niño no sabe lo que necesita, porque es un niño. Siempre preferirá azúcar a verdura, salsa de tomate o pizza a unas buenas lentejas, ver la televisión a hacer los deberes, o que le hagas caso a él antes que al hermano…

La frustración es necesaria para evitar la exclusividad en la relación afectiva, para saber ocupar el lugar que le corresponde en la familia, respecto a los padres, respecto a los hermanos, para saber aceptar límites necesarios en cualquier convivencia. Y, por mucho que queramos, no se la podemos evitar.

niño tímido

Ayudar a nuestros hijos a nombrar y reconocer las emociones, a comprender que buenas o malas se pasan, que las buenas las buscamos, las malas tratamos de evitarlas, que el dolor físico no lo podemos evitar, pero la emoción negativa que nos hace infelices, sí. Enseñarlo a respirar, a relajarse, a no dejarse dominar por la ira ni el pánico, a conocer y acompañar el miedo… En definitiva, ayudarlo a que no solo conozca sus emociones, sino a que sea capaz de actuar sobre ellas para transformarlas en aliadas en la vida. Y eso, a lo largo de todo el proceso educativo, porque las emociones van cambiando a medida que nuestro cerebro se desarrolla y vamos creciendo, a medida que alcanzamos la segunda niñez, la pubertad o la adolescencia.

Y es importantísima porque en ella, en la inteligencia emocional, está la llave de la autoestima, la seguridad, la tranquilidad y la empatía. Lo otro no es educación emocional, es malcriar a un niño.

En Inteligencia natural (Toromítico, 2013) , es ésta, la «emocional» una de las cuatro claves de acompañamiento que desarrollo en el método, desde el nacimiento hasta los doce años.

Acerca de #JoseCarlosAranda

Doctor en Ciencias de la Educación y Doctor en Filosofía y Letras; Creador del Método Educativo INTELIGENCIA NATURAL (Toromítico 2013, 2016). Académico Correspondiente de la Real Academia de Córdoba (España). Profesor universitario y de EEMM, educador, escritor, conferenciante, colaborador en TV, Prensa y Radio. PREMIO CENTINELA DEL LENGUAJE 2015 de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla.
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4 respuestas a INTELIGENCIA EMOCIONAL Y EDUCACIÓN

  1. Estoy tan de acuerdo con lo que dices que tocas tres conceptos que desarrollo en Inteligencia natural: la idea de «educarnos para educar», la idea de «educación preventiva», y la idea de «familiarizar la escuela y escolarizar la familia». Tienes toda la razón y solo lo conseguiremos aceptando nuestro papel de educadores como padres, profesores, ciudadanos. Asumiendo la responsabilidad de una educación consciente. Dice Marina que hace falta toda una tribu para educar a un solo niño, pero la semilla está en la familia, primero, y en la escuela después. Gracias por insertar el comentario, Jessica.

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  2. Jessica Yáñez Camargo dijo:

    Debido a que las emociones son inherentes al ser humano, desde que nacemos y hasta que morimos; es imprescindible que desarrollemos la capacidad de conocernos, de comprender qué y cómo es que reaccionamos ante ciertas situaciones cotidianas y de qué manera podemos estar bien a pesar de las circunstancias.

    Es indudable que debemos comenzar a «gestionar» nuestras emociones desde una edad temprana, con el fin de trabajarlo día a día por el resto de nuestras vidas. Sin embargo esto parece ser un tanto difícil, si no existen al rededor del niño personas que ya lo lleven a cabo; que conozcan la importancia de la inteligencia emocional en la vida diaria y los enseñen a sobrellevar las experiencias malas y buenas. Los padres, la familia y claro los docentes, son quienes deben, debemos llevar a cabo esta importante labor educativa para enseñarle a los niños la importancia de conocerse a sí mismos y saberse «manejar» en ciertas circunstancias.

    Por ello, es menester que como adultos comencemos a conocernos y comprender nuestras emociones desde ahora, emplear nuestra inteligencia emocional y poder tener una mejor convivencia con los demás; para así poder ayudar a los demás, niños o no, a hacer lo mismo.

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  3. Pingback: INTELIGENCIA EMOCIONAL Y EDUCACIÓN | Edu...

  4. lola hermoso dijo:

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