Un escrito académico debe ser, por definición, preciso, claro y ordenado. De ahí que tenga que reunir una serie de requisitos tanto en la elocución (precisión léxica y sintáctica, ortografía, coherencia, etc.) como en la organización de contenidos. Conviene familiarizarse con los formatos más habituales que, si bien pueden variar en función del tipo de escrito y su finalidad, suelen presentar un orden de exposición y presentación.
Las partes que conviene separar y observar, según la biblioteca de la Universidad Politécnica de Cataluña, serían las siguientes:
«Portada:
Sirve para identificar el trabajo. Los datos que se recaban en él suelen variar según el trabajo pero se suele componer de título, autor, director, departamento, universidad, etc.
Resumen:
Este apartado es opcional y suele estar constituido por un texto de unas 500 palabras en el caso de que se trate de informes o tesis. Aquí se indica la naturaleza del documento para resumirlo y evitar leer todo el trabajo si se desea.
Sumario:
Sirve para anunciar los apartados de que consta el escrito, más sus subapartados por orden de aparición en el texto, indicando la página en la que aparece.
Lista de abreviaturas y símbolos:
Opcional. Si existen ciertos caracteres que no son fácilmente identificables para el lector, es necesario crear este apartado para su precisa aclaración.
Introducción:
Actúa para definir el propósito del escrito, la motivación y el alcance de las pesquisas y los documentos consultados para realizarlo. Es un texto breve que pondrá en situación al lector.
Cuerpo del trabajo:
Debe estar dividido en capítulos enumerados agrupados en cuatro grandes ámbitos:
- Teoría
- Método
- Resultados
- Discusión
Conclusiones:
Se muestra el resultado final de lo expuesto de forma clara y ordenada, con las deducciones obtenidas a lo largo del trabajo.
Anexo:
Es opcional. Para no desvirtuar el orden lógico del trabajo, hay informaciones que son colocadas en el final del documento. Su finalidad escompletar el estudio hecho a lo largo del mismo.
Bibliografía:
El conjunto de documentos consultados, citados o no a lo largo del trabajo, forman la bibliografía que se presenta al final del trabajo de forma ordenada cronológica o alfabéticamente.
– Índices alfabéticos:
Opcional. complementan los sumarios con puntos de acceso más específicos. Este apartado es muy útil para que el lector pueda encontrar datos concretos rápidamente».
Fuente: ENLACE DIRECTO
NORMAS FORMALES DE PRESENTACIÓN:
En cuanto a la presentación de los trabajos académicos, lo más normalizado es la utilización de la normativa APA donde se establecen los criterios relativos a tipo de letra, márgenes, sangría, espacios interlineales, citas internas diferenciadas según sean o no superiores a 40 palabras, abreviaturas y elaboración de Bibliografía y Referencias.
ENLACE DIRECTO NORMATIVA APA 2016
La práctica asidua nos ayuda a ser sistemáticos mejorando nuestro rendimiento. Confío en que os sea útil.