ENCIMA DE CORNUDO, APALEADO. Casos raros ocurridos en la ciudad de Córdoba

SUCESO LASTIMOSO QUE ACAECIÓ A DON GERÓNIMO DE ANGULO, CABALLERO DE LA CIUDAD DE CÓRDOBA:

134: Notable lástima me ha causado la muerte de este caballero, dice Excusado, y por no salir de la materia que vamos tratando yo contaré otro caso que sucedió en Córdoba en este tiempo, en que metió también las manos Valladares Sarmiento, y sucedió de esta manera. Estaba en Córdoba un caballero rico y noble que se decía don Gerónimo de Angulo. Este casó con una señora, su igual, y vivieron algún tiempo con mucho gusto [164]. Olvidada pues esta señora de tantas obligaciones como tenía a su marido, honestidad y nobleza, se resolvió con un prebendado de la Santa Iglesia, y este por no poder ir todas veces a casa de la señora, tenía una monja que le servía de entretenimiento. Súpolo la señora y con mucha rabia y celos que tenía, se lo reprendió muchas veces. El pobre canónico negó siempre, pero la maldita mujer llevada de su pasión y locura, determinó de poner espías para que en viéndole en el locutorio la avisasen. No descuidó el que tenía esto a su cargo y así luego que lo vio al prebendado en el locutorio, avisó de su hora a la celosa señora.

135: La cual loca de celos y de rabia tomó su manto, criadas y escuderos y se fue derecha al convento de monjas, las cuales estaban bien descuidadas de lo que había de suceder particularmente siendo señora de tanta estima. Pero ciega de sus negros amores entró dentro del locutorio adonde estaba una deuda (B) de su marido que es la que dio cuenta de todo y en entrando, se fue al canónico como una leona desatada. Asiole de las orejas dándole bocados y bofetadas y tantos golpes que lo dejó por muerto diciéndole que ella tenía la culpa de haber hecho caso de un hombre tan ruin e infame con otras palabras muy afrentosas, diciéndole que no atravesase más sus umbrales porque le haría matar. Y con esto, se volvió a la monja y le dijo que era una mondaria y que le había de hacer cruzar la cara y que diese gracias a Dios que estaban las rejas de por medio, que ella quedara también con su merecido.

136: El pobre canónigo se limpió la sangre y se puso lo mejor que pudo y se salió la puerta afuera dando gracias a Dios que se veía libre de las uñas de aquella fiera. Hecho esto, la mala hembra volviose a su casa como si no hubiera hecho nada. Pero [166: debemos retroceder tres hojas para recuperar el orden] la parienta monja que estuvo presente, a todos les pareció que tenía la obligación de avisar a su marido quien era su mujer, y sin tomar consejo lo envió a llamar y le contó todo lo que yo he referido. Bien se echara de ver lo que sentía este pobre caballero esta afrenta y deshonra, y hecho un demonio trató de la venganza, pero no le sucedió como pensó que fue a matar al prebendado y a la mujer y ni hizo lo uno ni lo otro. Recogió todo lo mejor de su casa y tomó un pistolete y pusose presente por donde había de pasar el canónigo. Era tiempo de invierno y llevaba vestido el canónigo loba y manteo de paño, y por de dentro muy bien aforrado. Dejó pasar al canónigo y luego, por detrás, le retó y el mucho paño que llevaba detuvo la bala que no pasase y así se le quedó en los riñones sin que le ofendiese.

137: Fuese a su casa muy descuidado, pensando que no se supiera, pero fue (B) al revés, porque luego la justicia lo supo y tomándole su declaración al canónigo, dijo que si no fuera don Gerónimo de Angulo, que no tenía otro enemigo. Fue luego la justicia a su casa y hallándolo acostado, lo prendieron y pusieron a buen recaudo. Prendieron a sus criados y secuestráronle todos sus bienes. La mujer a quien acusaba su conciencia, no se atrevió a quedar en casa, y así se fue a las recogidas, con que confirmó la sospecha porque su marido estaba preso. Pidió el canónigo en la Corte un Juez pesquisidor, diose la querella y se hizo gran sentimiento, y pareció a la Majestad del Rey Felipe 2º  que nadie mejor que Valadares Sarmiento acudiría a este negocio y así le envió a mandar que aceptase aquella comisión encargándole el Rey mucho correspondiese el castigo a la insolencia y atrevimiento que aquel negocio [167] pedía.

138: Recibida su comisión se partió a las voladas a Córdoba, pensando hacer la noche que llegó gran parte del negocio. Al fin, sabida la venida de Valladares, le dieron al carcelero mil ducados para que dejase salir al dómine Jerónimo y salió entre un colchón doblado encima de la cabeza de un ganapán y de esta suerte se desapareció. Otro día de mañana fue Valladares Sarmiento a tomar la confesión a don Gerónimo y viendo que se había salido no se puede decir la furia y rabia con que se quería comer los carceleros y demás ministros. Hízolos atormentar a todos y todos negaron la verdad diciendo que si no había salido por una reja de hierro metiéndose por entre ellas, la cual vuela a los Beteones de la Cárcel, a la parte de afuera, por ser él muy delgado, que no sabían debajo del cielo por donde hubiese salido. Hizo Valladares la experiencia trayendo un hombre delgado y puesto en cueros (B) con poca diligencia se coló por entre las dos rejas. Con esto quedó satisfecho […?].

139: Antes de esta diligencia se informó de los caballeros que el día antes le habían visitado y los prendió a todos. Fue uno don Gómez de Córdoba, del hábito de Santiago y otro fue don Juan de Saavedra, del mismo hábito y a don Fernando Páez de Castillejo y a don Fernando de Arias y Cárdenas, a todos cuatro los sacó con grillos y descaperuzados y les habló tan hinchadamente que dio bien que decir, y entre otras cosas fue decirles que de cuatro diablos que tenía el Rey su señor era él el uno y que dijesen la verdad de lo que les preguntase y que de no que le perdonase porque los había de poner en el potro donde la dirían mal de su grado. Respondieron los tres comendadores que él no era su Juez y así que no tenían que decir y cuando lo hubiera no querían decírselo.

140: Hecho esto despacharon el Consejo [168] de órdenes y advocaron la causa así; y a don Fernando Páez, por estar enfermo, no pudo proceder contra él; pero sí contra sus bienes haciendo vicio en ellos. No contento con esto, buscaba el preso con todas diligencias y prometimientos, que fue gran milagro poderse el pobre caballero escapar de sus manos. Al fin, viendo el pleito mal parado sentenció en ausencia de don Gerónimo a cortar la cabeza y dos mil ducados para la cámara del Rey; y él llevó sus salarios y se fue aquel rayo del cielo dejando atemorizados a todos lo que tuvieron que ver con él. La causadora de todas estas desgracias se quedó en las recogidas y allí murió. Y el canónigo, por quitarse de inquietudes se fue a Jaén, pareciéndole que no estaba seguro en Córdoba. Celebró este hecho don Luis de Góngora con sus satíricos versos tomando por tema: “Abades guardad el bonete, / que tiran con pistolete”. El pobre don Gerónimo, viéndose (B) sentenciado a degollar y vendidos sus bienes, se fue a Orán con el conde de Alcaudete que iba a ser Capitán General de aquel presidio. Estuvo allí muchos años sirviendo a su Rey como valiente y esforzado caballero en muchas empresas de importancia. Y al fin de más de veinte años, se volvió con salvoconducto a Córdoba adonde yo le conocí ya muy viejo y cansado de tantos trabajos como le habían sucedido por una mujer antojadiza y mal considerada causadora de tantos males y revueltas como hubo por su causa.

CASOS RAROS OCURRIDOS EN LA CIUDAD DE CÓRDOBA. CAJASUR, 2003 (2 TOMOS, EDICIÓN FACSÍMIL)

Transcripción del original, publicado en edición facsímil. Los números iniciales corresponden a los párrafos, los números entre corchetes a las páginas. Hemos respetado el léxico y la sintaxis por entender que se trata de un tesoro, pero hemos actualizado la ortografía para no inducir a error.

  1. No he podido localizar el poema que se menciona en el texto, si alguien lo tiene localizado, por favor, que me lo comunique en un comentario. Gracias.

Acerca de #JoseCarlosAranda

Doctor en Ciencias de la Educación y Doctor en Filosofía y Letras; Creador del Método Educativo INTELIGENCIA NATURAL (Toromítico 2013, 2016). Académico Correspondiente de la Real Academia de Córdoba (España). Profesor universitario y de EEMM, educador, escritor, conferenciante, colaborador en TV, Prensa y Radio. PREMIO CENTINELA DEL LENGUAJE 2015 de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla.
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